El centro cultural alternativo el (otro) Espacio fue un centro cultural en Asunción, que en la línea evolutiva de aquel colectivo cultural que nació de forma autogestiva de vecinos, artistas y estudiantes de la Facultad de Filosofía del barrio Sajonia, que se denominara Espacio Sajonia XXI, se ubica; se podría decir, como en un segundo momento de aquel grupo humano que -ante la imposibilidad y el agobio de años de gestión en el anterior lugar- continúan su existencia unos barrios más hacia el centro de la capital paraguaya.
Segundo momento porque hasta ahora lo que se conoce es que al (otro) espacio; centro cultural alternativo, le siguió un otro momento posterior: el (otro) espacio; centro cultural itinerante, al cual ya definitivamente este escriba le perdió el rastro…
Al igual que el lugar originario, el (otro) espacio se fundó en las decisiones colectivas consensuadas y no votadas de todo el colectivo cultural. Se ubicó en la calle España 338 casi Brasil y; durante un largo tiempo que ni el tío Gervasio ni yo recordamos -pues ambos decidimos quedarnos fuera de esta segunda etapa de aquel colectivo cultural para dedicarnos a freír papa fritas en esa época, desarrolló numerosísimas actividades culturales auto gestionadas en ese sector de la ciudad capitalina: conciertos, muestras de arte, conversatorios, talleres de capoeira, circo, ere eréa…
– ¡Hasta un casamiento se llevó a cabo ahí! -me dice el tío Gervasio, mientras tomamos asiento en un local de La Mariscal de la zona rosa de Quito a esperar unos falafel que acabamos de pedir.
– ¿Te acordás que en el Espacio Sajonia se festejó también un quince años? –le retruco.
– ¡Ah! ¡Ya otra vez! ¡Ya otra vez! ¡El Espacio Sajonia esto! ¡El Espacio Sajonia aquello! ¡Coños cuando lo que vas a a superar esa etapa! ¡Ahora ya estamos en el o-t-r-o-e-s-p-a-c-i-o. ¿Cazás?
– No -es lo único que alcanzo a contestarle.
– Al respecto es que vine hasta acá a traerte algo -de pronto baja la voz.
– No entiendo, insisto –lo miro aún más consternado.
– Viste que te dije que leí que andabas publicando puro aburrimiento sobre el local ese que tuvieron en Sajonia… -me dice mientras bebe un vaso de agua.
– Sí, me dijiste en el texto anterior al de la muestra de Yoko en Quito eso mismo –trato de seguirle.
– ¿Y vos creés que voy a venir desde el futuro hasta aquí para acordarnos de ese lugar maldito que gestionaste vos con esos criminales? –acerca su silla hacia la mía.
– ¿Ah no? ¿Y para qué viniste entonces? –le refuto.
– Te conté que esos criminales fueron absueltos por el Supremo Tribunal del Tiempo, ¿no? –me repite lo que ya me había informado en el texto anterior, mirándome a los ojos.
– Recuerdo –le devuelvo con la mirada puesta en sus transparentes ojos.
– Bueno, aquí te traigo un material que lo acaban de desclasificar para que lo alces a la red –me indica y como mirando a cualquier parte con el puño izquierdo enguantado me pasa un pequeño chip azul bajo la mesa.
– Sigo sin entender tío –le objeto con la mirada atónita mientras agarro disimuladamente el chip bajo la mesa.
– Ahora cuando lo veas vas a entender. Vos miralo, y escribí omaz esas cosas que solés escribir….
– Dale –es lo único que alcancé a responderle.
– Señores, sus falafel ya están aquí– nos dice el cordial mozo del local de comidas árabes donde llegamos a cenar con el tío luego que a la fuerza lo convenciera de que no encontrariamos ningún sitio de venta de chaulafán abierto a esta hora en Quito.
– ¡Gracias! –contestamos el tío y yo a coro.
– Con permiso –añade el joven.
– A propósito –yo también te tengo que dejar agrega el tío levantándose de la silla.
– ¡Pero tío!¡Todavía no cenamos! –me agito.
– Lo siento sobrino, ya ves, el futuro es así…
– Pero….
– Ah, tomá –me dice, y alarga la mano enguantada con unos billetes- para que te compres otro falafel más, yo sé que te gustan mucho –remata mientras termina de cargar su morral.
– ¿En serio ya te vas? –lo observo con la mirada estupefacta.
– Te digo: el futuro es así –contesta y se acerca para despedirse con un abrazo mientras al oído me susurra- yo tampoco me acuerdo mucho como vos, la noche y el rock & roll no perdonan, vos sabés. Tal vez alguna, algunx, alguno después tome la posta y continúe esta otra historia, yo que sé, cuidate man, nos vemos en el futuro…
Recibo el abrazo con aprecio, pero lo que me ha susurrado al oído no logro entenderlo, ¿a qué se referirá? Pega media vuelta y se retira sin que nadie en el local se percate, perdiéndose en la niebla. Yo quedo solo con dos falafel en la mesa y con este chip en esta una (otra) noche solo en la mitad del mundo.
[continuará, quizá]
[miguel mndz]
[Obs: para activar los subtítulos al español del video apretar el primer botón derecho de la barra de comando inferior de youtube, los subtítulos en otros idiomas el tío Gervasio los está trabajando, avisó…]
Dice la gente…